La reforma en la educación secundaria anunciada en la Provincia de Buenos Aires, generó una avalancha de fake news.
La reforma que obtuvo el respaldo de la oposición en el Consejo Educativo que la aprobó, establece un régimen de correlatividades por el cual algunas materias deberán ser aprobadas antes de poder cursar otras.
Es un mecanismo muy similar al que rige en las universidades y en los colegios secundarios de países como Estados Unidos, algunos de Europa o, en la región, de Uruguay.
Siendo sus puntos fundamentales:
- Acreditación por materia. La calificación es por cuatrimestre y se aprueban con 7 o más.
- Las materias aprobadas no se recursan.
- Las materias pendientes de aprobación se enseñan y estudian más porque se intensifican o recursan hasta que los y las estudiantes adquieran los conocimientos.
- Se pueden intensificar hasta 4 materias en total pendientes de aprobación de ciclos lectivos anteriores. A partir de la 5ta. materia pendiente, se definirá cuáles son las 4 materias que se intensifican y cuáles se recursan. (REPITEN)
- El verdadero inconveniente es ver como se intensifican las materias pendientes de otros años en simultáneo con las cursadas actuales.
- Se implementa una nueva Libreta Digital de Estudiante de Nivel Secundario.
Está tan bajo el nivel educativo, que cualquier reforma que parezca poco exigente nos pone a la defensiva, pero lo cierto es que la calidad educativa no pasa por volver a cursar materias que ya fueron aprobadas.
Esta reforma no supone un empeoramiento de la calidad, ni tampoco un mejoramiento de la misma, sino una mejora en cuanto a la eficiencia de los recursos, suponiendo que un alumno tenga 12 materias en el año, y debe 4, repitiendo el año por esas 4, ¿Qué sentido tiene hacerle recursar las otras 8 que ya aprobó?, algo que a nivel universitario seria absurdo.