Carta Abierta a la Militancia Villeguense y Elementos de Formación
Con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes.
Basta de la comunicación con “texto corto” y de la “imagen inmediata”. Para quien va dirigida esta carta, lo largo se quedará siempre corto.
Esta carta es para la militancia totalmente abnegada del distrito de General Villegas.
La militancia del Campo Popular, la nueva y la de hace años, ya sea que se consideren Kirchneristas, Peronistas, Vecinalistas, Comunistas, Independientes, Radicales linea Alfonsín y/o cualquier otra denominación que deseen, pero que se sientan convocadas para enfrentar al inhumanismo reinante.
En la política hay ciertas reglas que todos vamos aprendiendo a lo largo de los años. Esas reglas siempre responden a una lógica, a un fundamento.
En ocasiones esas reglas adquieren autonomía propia: los de mayor experiencia las repiten, las cumplen, pero se apartan del propósito por el cual fueron creadas.
Y es acá cuando se produce la alienación de la militancia; alienación significa “desconexión”, desconexión en el objeto que se perseguía, y lo que efectivamente termina ocurriendo.
Cómo llegamos hasta acá y cómo salir del error.
1- Un frente no es un partido:
Un frente o alianza no es un partido.
Los partidos o agrupaciones son partes de un frente; ese frente se une en base a coincidencias, ante la necesidad de unidad contra un adversario con el que se tienen nulas coincidencias.
¿Por qué aclararlo? Justamente porque las reglas se van aprendiendo a medida que pasan los años, y por lo general, los nuevos o los militantes independientes pretenden una unidad de acción, de formación y de concepción que no es posible (o lo es limitada en el mejor de los casos).
Militar orgánicamente significa eso, someterse a la disciplina de un partido y/o agrupación en concreto, con su propia concepción de acción y formación.
¿Es lo mismo cualquier agrupación? No, no es lo mismo.
Donde uno se suma hace fuerza: hace fuerza a la agrupación, hace fuerza a esa linea, hace fuerza a esa tendencia, hace fuerza a esas formas de construir, hace fuerza a esa ideología, hace fuerza a determinado candidato; y nos guste o no. Los militantes también somos moneda de cambio a la hora de medir correlaciones de fuerza. Hay que ser conscientes de eso.
Porque posiblemente el referente de determinado partido o agrupación puede estar haciendo fuerza, en una linea, o por determinado candidato, con el que en realidad no coincidimos.
No nos debe alejar de la militancia sentir este tironeo entre organizaciones. Todos hemos sido tironeados cuando comenzamos a militar; no hay que alejarse, ni acobardarse por eso. Todos estamos aprendiendo, incluidos los referentes.
Lo que ahorra tiempo y energía al militante es definirse lo más rápido posible en el partido o agrupación donde más coincida (al nivel de adoptar esa identidad colectiva frente a otros), y si ninguna opción le convence, debería aclarar hasta donde llega su compromiso o incluso armar su propia línea.
Y eso no significa sectarismo, ni ruptura, si se mantiene la conciencia de unidad del frente.
Incluso quedarse como militante independiente o mero simpatizante también es una opción, poco eficaz desde el punto de vista de la lucha social y colectiva. Organizarse y agruparse siempre será más eficiente que la lucha individual y aislada, siendo la principal desventaja la falta de información y de formación (un reclamo bastante habitual en los plenarios abiertos).
2 – ¿Peronismo o Kirchnerismo?
Aunque no debería ser así (porque son conceptos que están bastante bien definidos ya), cada persona politizada que conozco maneja distintas nociones de Peronismo y de Kirchnerismo. Todos se apuran a definir, y a decir “esto es” y “esto no es”.
Para evitar divagaciones, pido el esfuerzo de adaptarse momentáneamente a estos límites conceptuales en lo que resta de la carta.
A título personal considero que al peronismo solo lo puede definir Perón, y desde ahí concluyo que el peronismo es justicialismo. Cualquier vandorismo conceptual es inútil: nadie estará por encima de Perón si se trata de definir al peronismo. La persona que desee formarse siempre volverá a los textos históricos, es simple lógica. En resumen: Peronismo siempre será = Justicialismo.
Ahora viene lo complicado, ¿Qué es el Kirchnerismo?
Mismo método lógico, al Kirchnerismo no lo va a definir ninguna persona, ningún peronista sea de la linea que sea, como tampoco lo va a definir ninguna tapa de diario, ni hater, ni ningún opositor o intendente desesperado de narrativa propia.
La única que puede definir al Kirchnerismo es Cristina. Y da la casualidad que ya lo definió, tres veces que recuerde, y la última referencia a esta amplitud fue en marzo de este año en Quilmes.
(Ver minuto 33:40 en enlace 1 )
Y resulta que el Kirchnerismo no es una ideología, es una coalición que incluye: Al Peronismo como principal fuerza, a los radicales, al socialismo, al comunismo, a los intelectuales, a la juventud, etc, etc. En resumen el “Campo Popular”.
Podrán patalear, llorar, rezongar, estar legítimamente en desacuerdo; pero eso es según Cristina, el Kirchnerismo.
Y esa definición que hace Cristina, me habilita como comunista, a definirme también como Kirchnerista, y en buena hora, porque no solo que me considero, sino que soy Kirchnerista desde la hora cero.
Una de las primeras maduraciones en la militancia es esa, no temerle más a “las etiquetas” siempre y cuando encuadren adecuadamente (¡Como dijo Hebe de Bonafini!: “¡Seamos todo!” Ver 00:46 enlace 2).
Este punto incomoda a quienes se dicen “leales y orgánicos” pero no respetan la definición de Cristina sobre el kirchnerismo.
Algunos cuadros locales, incluso dirigentes, rotan su discurso cada dos meses según la conveniencia: del “no digamos más que somos kirchneristas, somos peronistas” al “somos kirchneristas” cuando el oportunismo lo requiere.
Podrá haber coyunturas que pretendan redefinirlo, internas justicialistas que lo usen peyorativamente. Intendentes desesperados de una narrativa que los haga menos veleta.
Pero por el momento, la única que lo podría redefinir, no lo ha hecho. Incluso fue más allá y también dijo que “no le piensa quitar la K a nadie”.-
Repito una vez más: Ese marco teórico es que el utilizo personalmente con esos términos; sé que hay muchos compañeros y compañeras que usan el término “peronismo” para abarcar todo, pero no comparto.
Asumirnos como frente, como coalición de ideas parecidas, que se dejan plasmadas en un “acuerdo programático”, donde todos los integrantes asumen el deber de respetar; esto se relaciona en parte con la cuestión de “la lapicera”, pero antes de tocar ese tema, hay que mencionar el origen de todos los errores.
3- El origen de todos los errores políticos locales: creer que Villegas “es conservador”
Si una persona que trabaja 14 horas por día -como en la edad media- preparando mezcla y llevando ladrillos, pero se cree que es un multimillonario en pausa (“pronto estaré entre la elite”, estilo doña Florinda). O un autónomo que arregla celulares, que trabaja 12 horas por día para sostener un nivel de vida estándar (incluso de supervivencia) y por pagar 30 mil pesos mensuales de monotributo se considera que es el “gran empresario” ahogado por la presión tributaria.
El problema no es que “son conservadores” o que “son gorilas”, nuevamente el problema es de desconexión entre lo que son objetivamente -trabajadores- y lo que se autoperciben que son: “próximo a ser millonario” en el primer caso y “empresario ahogado por la presión tributaria” en el segundo. Esta alienación de los trabajadores no es producto del azar, existen responsables concretos, pero ya sería otro tema bien extenso.
Ahora bien, veamos nuestra propia alienación.
“Objetivamente” ¿Cómo es Villegas?, ¿Es de multimillonarios o rentistas?;
Y si los hay, ¿Cuántas son?, ¿Son la mayoría?.
Es obvio que en nuestras impresiones personales, esas personas no superan las 300 en todo el distrito.
Vale recordar que somos el frente que defiende a los trabajadores dependientes y autónomos, y si una persona adulta en condiciones de trabajar no lo hace, es nuestro adversario político.
Pero como en política no es muy solido dar estadísticas con “experiencias personales”, vamos al Censo del año 2022:
Población económicamente activa total: 17.839 (Sin menores, ni tercera edad)
– Personal de casas particulares: 1.708 (De los cuales 1124 no están registradxs)
– Empleados en relación de dependencia: 8.006 (Públicos y Privados)
– Cuenta propia/monotributo: 4.537
– Empleadores: 1.290
– Desocupados (Buscan y no consiguen trabajo digno): 1.054
– Inquilinos: 5.576
-Viviendas sin cloacas: 6.771
-Desocupados que no buscan empleo (aprox.): 600
No todos los que no buscan empleo son pordioseros; algunos viven con quien tiene un buen trabajo.
Lo más probable es que entre esos haya más “ricos o rentistas” que “pobres estructurales”. También el empleador que trabaja a la par de sus empleados es, en nuestra concepción, un trabajador más.
En conclusión, aquellos “300” que uno tenia por impresión personal, podría extenderse con suerte hasta los 900.
Y no se trata de “crear” adversarios donde no los hay, como reniegan algunos ingenuos (socialdemócratas por lo general), se trata de entender que en la sociedad hay conflicto de intereses, y las ideologías representan algunos de esos intereses, no a todos. En nuestro caso, optamos por los intereses de las y los trabajadores.
¿Qué significa esto? Que nuestro espacio representa los intereses del 95% de la población; “Villegas es 95% clase trabajadora”.
Ese es el único techo auténtico. Los demás techos son alienación nuestra, de la militancia y de los referentes.
Cuando se parte de la falsa premisa de que “Villegas es conservador”. Se adapta toda la táctica y estrategia a esa falsa premisa.
Un error lleva a otro, si Villegas es “conservador”, el razonamiento que siguen haciendo es: entonces hay que hablarle a los conservadores; caerles simpático, venderse como naif, no confrontar, aprobarle los proyectos, hablar de propuestas que los convoque a ellos, llevar las propuestas y el debate político a una cuestión de mera gestión.
Ese enfoque —reducir la política al marketing y la gestión— es el ABC del neoliberalismo, que evita discutir lo estructural.
Todo conduce a una segunda etapa de errores: caerle muy bien a los verdaderos conservadores (pero ojo, esos sí que no se comen la curva, por más bien que se les caiga, siempre van a saber qué representamos), perder representatividad entre los trabajadores, callar los debates nacionales y bajar consignas. En este razonamiento, por ejemplo, defender un barrio humilde de un desalojo “resta”, hay que despegarse porque “asusta a los conservadores”.
Así se cae en una espiral de alienación propia, y las explicaciones ante los sucesivos fracasos se vuelven cada vez más delirantes y sectarias; en interpretaciones tan rebuscadas que ni 10 militantes en todo el distrito llegan a compartir esa lectura de lo ocurrido; sin dejar de mencionar que empiezan a jugar otros factores, como las amistades, los favores, etc, etc.
4– La lapicera no deja de ser “un arte”, b- ¿Quién la tiene?, c- ¿Cómo está funcionando?.
“La lapicera” es el poder de ordenar la lista de candidatos —nacionales, provinciales o municipales—, mediante consenso o mediante el criterio de un referente. Hay varias “reglas” en esta cuestión.
En primer lugar, hay que recordar que la disputa política es una disputa para transformar la sociedad; y que lo electoral es solo una pequeña parte de la política. A la cual muchos la consideran la única parte, lamentablemente.
En los cierres de listas no se trata de pelear el lugar para el “puestito” o la “quintita”, como se le suele decir; se trata de poner a los cuadros más capaces para los objetivos que se persiguen, de respeto a la diversidad ideológica del frente y de ir por el poder necesario para transformar la realidad y defender los intereses de ese 95%.
Partimos de la base que el frente tiene varias agrupaciones y referentes. ¿Cómo ordenar esos lugares? Lugares que legítimamente todos pueden pretender, no olvidemos que incluso puede ser una coalición muy heterogénea.
Hay criterios objetivos para ese orden, es decir, para que sea un poco más “justo”: el resultado de una encuesta, la construcción de base que respalde a ese candidato, sea vecinal, barrial, sindical, etc; los “votos que lleve”, las capacidades y cualidades de ese candidato; el respaldo de estructuras partidarias provinciales o nacionales; en fin, un sinnúmero de parámetros que ayudan.
Pero mucho cuidado, la lapicera no deja de ser un “arte”.
A veces se reduce todo a una encuesta: “el que más mide encabeza”. Pero no es tan fácil.
Supongamos que un Villeguense sale campeón mundial de tenis y, al recibir el premio, dice algo favorable a nuestra postura política. En una encuesta local arrasaría.
¿Debe encabezar por eso una lista? Rotundamente no. Un comentario favorable no convierte a nadie en conductor político. Una lista debe construirse con referentes probados, con compromiso y formación. Las mediciones sirven, pero no pueden reemplazar a la política ni al trabajo territorial.
b- ¿Quién tiene “la lapicera” en Villegas?.
Presunción de autonomía, no me consta y por algunas cosas que dicen referentes nacionales, no lo creo: que las listas municipales se armen en otros niveles (de hecho, si lo pensamos, es una excelente excusa para no rendir cuentas). Y si se arma en otros niveles, el escándalo se multiplicaría por 10 y explicaría mucho mejor las cosas que nos están pasando.
Alguien tiene la lapicera a nivel municipal, y ese alguien fue obviamente la referente del frente hasta hace algunos días.
Se debate mucho si el problema es acá o si es sistémico; es decir, en muchos distritos, me inclino últimamente por la segunda opción: es un problema sistémico.
Y de este problema se fue gestando la actual interna entre el Movimiento Derecho al Futuro y la Cámpora. El mal funcionamiento de la lapicera gestó esta interna. Quedará por ver si lo nuevo viene con soluciones o se dirige a cometer los mismos errores.
c- ¿Cómo viene funcionando?.
En los últimos cierres ¿Existió un frente ampliado a nivel local? No, no solo que no existió, sino que tampoco se utilizó una retórica que contribuya a esa amplitud, al contrario, se utiliza una retórica que sectariza cada vez más.
¿De verdad tenemos que creernos que ser leales a Cristina es ser leales a la referente local?, ¿Sabe realmente Cristina lo que ocurre en las bases?, Y si sabe ¿Por qué no corrige nada?.
En linea directa podría ser, porque nosotros al menos, no aceptaremos más éstos “intermediarios”, en parte debido a lo explicado en el punto 6.
Me encantaría escucharla y ver sus explicaciones: “Sé que en el distrito pasó esto y aquello, sé que se rechazó la participación de estos y de aquellos (ni siquiera estoy hablando de nuestro partido), sé que se puso a candidatos sin construcción, que midieron 0% en encuestas oficiales (entre otras, quizá más graves). No solo que sé todo lo que pasó, sino que las medidas para corregir todo eso fueron estas.”; Lamentablemente no creo que ocurra, porque no debe estar ni enterada.
Reitero. ¿Se arma la lista municipal en otros niveles?, ¿Eso es verdad o es la excusa perfecta para evitar dar explicaciones y rendir cuentas?.
Algunos dirigentes locales, un tanto confundidos con los conceptos quizá, sostienen que someterse al verticalismo y una conducción nacional implica aceptar que te armen una lista municipal.
¡No! ¡La función del verticalismo y una conducción centralizada es otra! ¡Persigue otros objetivos! ¡Tiene otro fundamento!: establecer la línea nacional, coordinar la lucha nacional, No tiene absolutamente nada que ver con que un porteño sepa de nuestro distrito, qué ocurre, qué hace falta, cómo están las correlaciones de fuerza, cómo viene “la película” durante las últimas elecciones (que convenientemente siempre hablan de “la foto”, no de “la película”, para no rendir cuentas con el cúmulo de errores previos).
Bueno, la lapicera local funciono únicamente con esta lógica, de todos los parámetros mencionados que hay para “objetivizar”, el único que se viene aplicando es el de “respaldo de una estructura vertical”.
“Arriba acomodan”, “arriba lo ordenan”, “arriba se va a resolver”, “arriba lo van a enderezar”. Si algunos de nuestros dirigentes tienen una idea errónea de que “Villegas es conservador”, imagínense los porteños, se multiplica el error. Los porteños creen que todos acá vivimos de la soja, no tienen ni idea. Y esos son los que después nos mandan a sacrificar. Somos un distrito chico con pocos votos, siempre “sacrificables” en las negociaciones “de arriba”.
(Abro paréntesis por si algún comunista porteño de casualidad anda leyendo acá, Revolución es: “es no mentir jamás ni violar principios éticos” (1/5/2000); creer que una estructura vertical puede imponer a nivel municipal una negociación injusta, porque se obtuvo en otro municipio una negociación favorable, o directamente que no importa lo municipal sino únicamente lo nacional, es afirmar que el fin justifica los medios. Es el origen del daño a la política, del descreimiento de los que laburaron; cada municipio tiene su propia correlación de fuerza y ellos mismos deben resolverla, con consenso o con interna. Como Comunistas Villeguenses esperamos que nunca sacrifiquen la construcción de nadie, del partido aliado que sea, o del nuestro propio, para conseguirnos negociaciones favorables a nosotros. Acá se toca específicamente este tema, y al menos Fidel no les da la razón: enlace 3 )
Si lo pensamos bien, no hay ninguna diferencia entre soberanía nacional y autonomía municipal: ambas son exactamente lo mismo, pero a distintos niveles.
Se puede y se debe ser orgánico a una conducción nacional, eso está fuera de discusión; pero si “de arriba” no entienden, ni comprenden, que los asuntos netamente municipales deben ser resueltos acá, entonces posiblemente no sean buenos conductores nacionales.
Y si nosotros toleramos que “de arriba” se metan en asuntos exclusivamente municipales, olvidémonos de ganar alguna vez, y esto es algo que el ciudadano no politizado lo suele ver mucho más que nosotros. Y da la casualidad que varios intendentes que hacen historia en sus distritos, nadie los maneja “de arriba” en los asuntos locales, ¿Casualidad o causalidad?.-
5- ¿Quiénes son los leales?
La pregunta central es a qué o a quién se es leal. Y acá la alienación militante vuelve a jugar fuerte.
Néstor Kirchner dijo:
“No queremos tropas “disciplinadas” que a todo digan “SI”. Queremos tener compañeros y compañeras que piensen, que nos digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que nos ayuden a equivocarnos lo menos posible. No queremos más la práctica del culto al individualismo, a la personalidad y a la teoría del Jefe. Esas teorías que tanto daño le han hecho a la política.”
¿Son leales los que aplican la teoría del Jefe?
Evidentemente, no a Néstor.
Lo mismo con Cristina, la cantidad de factos que tiró durante todos estos años, que creíamos que iban dirigidos para otros actores, pero que hoy sabemos que iban para su propia organización.
Solo para hacerla corta y mencionar algunos (suaves):
– “Nuestra generación estudiaba, se formaba y peleaba para cambiar el mundo, no para conseguir un puesto.”
– “Tenemos que dejar de ser militantes electorales para volver a ser militantes políticos”
– “Hay que dejar de buscar culpables afuera. También nos equivocamos nosotros.”
– “No podemos seguir haciendo lo mismo esperando resultados distintos.”
¿Se puede ser leal selectivamente?, ¿A Cristina o a quién?. Pero fue Máximo con una frase que me hizo percatar, lo que esta ocurriendo en realidad.
Máximo dijo hace unos años, ya apuntando a las críticas y a la interna que se venia, que:
-“la lapicera siempre la han tenido los militantes“
Ya está. Es como estar tomando sol en el parque municipal, y que nos llame alguien de Buenos Aires por teléfono y nos diga que acá está lloviendo a baldes.
El nivel de irrealidad de esa frase en nuestro distrito es tan enorme que quien la diga queda muy mal parado. En el siguiente punto desarrollo lo que está ocurriendo en relación a esto.
6 – ¿Qué desviaciones naturales ocurren en las organizaciones? ¿Cómo se solucionan?
Toda organización corre riesgos estructurales: verticalismo excesivo, efecto de Asch, la tendencia a la vanidad y la autosuficiencia, etc.
Una organización grande funciona con informes, y el referente del distrito es quien elabora esos informes; nadie verifica nada, porque las organizaciones también se basan en la confianza de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba. Se asume de buena fe, porque si el informe distorsiona la realidad, todos los fundamentos se caen y el análisis de la conducción nacional se apoya en falsedades.
Si alguien tan arriba en la organización como Máximo dice eso, no miente deliberadamente, cree en informes irreales.
Si esos informes son sinceros, mencionan a todos los actores políticos, informan adecuadamente la correlación de fuerza, etc, etc; es otro tema.
Vuelvo a repetir no es un problema particular de determinada “orga”, es algo que ocurre en todas las organizaciones.
La historia ofrece ejemplos extremos: En China se considera que los informes incorrectos de las bases militantes un tanto fanatizadas en el “gran salto adelante” fueron uno de los principales factores que condujeron a una hambruna, informes que no reflejaban la realidad y que terminaron desviando los esfuerzos de producción.
Los problemas de comunicaciones internas pueden destruir años de trabajo político.
¿Tiene solución este problema?.
Algunos partidos conscientes de estos problemas diseñan mecanismos para corregirlos.
Pero como todo mecanismo social, sirve solo si se practica.
La democracia representativa es el mejor ejemplo: en papeles está bien diseñada, esto es así, podés hacer esto, podés hacer aquello; pero luego en la realidad, si nadie se interesa en la participación, en informarse, etc; se desdibuja todo , y se llega a “democracias restringidas” en las que nadie cree, ni participa (¿Les suena?).
En los métodos de los partidos y frentes para solucionar estos problemas ocurre lo mismo. “Democracia interna”, “las críticas puertas adentro”, “autocrítica”, etc; son otras de las reglas que nadie aplica, primero porque algunos referentes se encargan de que no existan en los hechos.
Incluso los referentes nacionales con su ejemplo nos terminan enseñando que la única interna que existe es la abierta (No vayan a creer ni por un segundo que las “internas abiertas” no agotaron todas las vías internas, ni a nivel nacional, ni a nivel local).
Algunos PC del mundo, tienen institucionalizada la “critica y autocrítica”, una jornada obligatoria dedicada a examinar errores y rectificar rumbos.
Que no dependa de los estados de animo de nadie, ni del ejercicio, sino que sea algo institucionalizado. Ha servido para corregir rumbos, rectificar errores y tendencias negativas.
En nuestra realidad militante esta práctica no existe.
Por otro lado, no quiero olvidarme de mencionar uno de los fundamentos contrarios a una crítica interna constante: y que es la “desmovilización y la desmotivación“. La idea de que hay momentos para cada cosa; la crítica constante desmoviliza y es verdad, una parte de la militancia se desmoviliza, entra en duda y la duda mata la motivación. No sirve solo criticar, desmoviliza, y menos cuando no viene acompañada de una contrapropuesta.
Pero volviendo a nuestra situación, no solo que no hay nada institucionalizado para resolver estos problemas; ni siquiera se está consciente, ni existe un “diseño teórico”.
Y a nivel nacional ¡Peor aún! Suelen circular “autocríticas” que cuestionan lo único que se hizo bien (Por ej. Distribución de la riqueza en el 2008 o la Democratización de los medios de comunicación en el 2009).
7- Los errores no son gratis.
Cuando Néstor dijo en la frase “... Esas teorías que tanto daño le han hecho a la política…“.
Pocos se detuvieron en esa parte. Los errores acumulados no son simbólicos: causan daño real. Ese daño alimenta la antipolítica, hoy base del gobierno libertario. Los errores locales y nacionales de los últimos quince años explotaron en este presente.
Buenos cuadros enviados a sus casas, militantes desencantados, militantes que se derechizaron, aliados que no son convocados, ex militantes de base convertidos en mediocres odiadores libertarios.
De ahí nace la falsa “lealtad”, que se parece más a la obediencia ciega del soldado que a la convicción política, se parece mucho a la respuesta que recibe Forrest Gump en la escena donde le dice al sargento “Solo tengo que hacer todo lo que usted ordene”…:

Pensar también es militar. La militancia no es obediencia ciega. Mandar a los militantes a bancar errores produce alienación militante, se confunde la disciplina con la entrega personal y la lealtad con el silencio. Y esa alienación se paga con pérdida de base social.
8– Ser disciplinado y orgánico si tiene su fundamento.
No quiero que se interprete que estas cosas no tienen razón de existir, porque sirven, ambas son necesarias para coordinar y ejecutar decisiones colectivas.
No voy a profundizar en las concepciones libertarias (las anarquistas) que niegan la necesidad de un líder, solo mencionar dos cosas.
Primero: cualquier grupo humano que active y busque hacer algo, surgirá naturalmente un líder para esa tarea (esto no quita que según el tipo de tarea el liderazgo vaya rotando, pero surge siempre). Segundo: una horizontalidad total, o asambleismo permanente, provoca inactividad (no se hace nada) o contradicción (porque al hacer, surge indefectiblemente un conductor de esa tarea).
La mayoría de los partidos dentro del frente nuestro tienen una estructura vertical.
El núcleo dirigente maneja más información que el resto (pero esto no puede ser una excusa para resignar autonomía local).
Las decisiones que se toman no son en principio de la “cúpula”, como creen los anti-colectivistas; son parte de un proceso de ida y vuelta con las bases (centralismo democrático en nuestro caso), decisiones finales que por supuesto toma la dirigencia.
Y es por eso que ser disciplinado y orgánico tiene varios fundamentos: respetar lo acordado en el partido propio y luego respetar lo acordado en el frente.
Ejemplo rápido: Ramiro Marra fue expulsado de LLA, por votar a favor del aumento de tasas en CABA, la cúpula interpretó que no fue orgánico, votando en contra de los principios que se habían resuelto, y lo terminó expulsando.
Esto puede ocurrir también con los militantes de base, que salen a expresar públicamente posturas contrarias a la que se resolvieron en su partido.
En resumen: Salir públicamente con posturas contrarias a las resoluciones colectivas debilita la agrupación. La disciplina no es sumisión, sino coherencia de acción.
Las acciones colectivas – comunicados, marchas, campañas – todo tiene más eficacia en el conjunto de la sociedad cuando se hacen colectivamente.
La desorganización y el individualismo también generan alienación.
9– Cargar con la cruz. Y con Peronismo solo no alcanza.
El país más poblado del mundo en ese momento, China, erradicó la indigencia, sin colonias y sin gastar una sola bala contra nadie.
¿Cómo lo hizo? Lo hizo dirigiendo al mercado con planes quinquenales, bajo la dirección del Partido Comunista.
Pero no solo China; Vietnam también, un país que hace nada -en términos históricos- fue devastado por la guerra, los EEUU le tiró más bombas que las que tiraron durante toda la segunda guerra mundial, y alcanzaron el desarrollo (posiblemente si miras tus zapatillas estén hechas en Vietnam). ¿Cómo lo hicieron? Lo hizo dirigiendo al mercado con planes quinquenales, bajo la dirección del Partido Comunista.
Así funcionan los PC cuando el imperialismo no logra ponerle el pie encima y hundir su economía.
Porque hay algo peor que “no saber”, y es no tener el valor de preguntar.
Muchos compañeros y compañeras, son más “anti-comunistas” que los que tenemos en la vereda de enfrente, no por convicción, sino por desconocimiento, influenciados en parte por el propio desconocimiento de los medios “del palo”.
Brasil llevó de vicepresidenta a una mujer del PC. En Montevideo, la intendenta fue del PC. En Chile, la próxima presidenta probablemente sea del PC. Un socialista acaba de llegar a la alcaldía de New York. Incluso en General Villegas, el PC llegó a sacar el 15 % con la lista del Dr. Chalhón.
No le estamos pidiendo a nadie que se sume o defienda nuestra línea, solo quiero tirar algunos “tips” para que algunos se desburren un poco y abandonen el Macartismo.
No conozco un solo ciudadano Villeguense despolitizado que sea “anti-comunista”, solo una minúscula parte politizada lo es.
Incluso en esos casos, se le podría aplicar la misma lógica que al “antiperonismo”: a veces que esas personas sean “anti” nos favorece con el ejemplo.
La falta de formación generalizada, sumado a las erróneas estrategias mencionadas, nos ha impedido aportar toda la fuerza que hubiésemos querido aportar. Nosotros estamos para sumar nuestros esfuerzos al frente, estamos hace más de 100 años y seguiremos estando, sin importar los resultados.
No alcanza solo con peronismo.
Cristina amplió a tal punto de darle al país una nueva identidad: “El Kirchnerismo” (que incluía a todos los sectores ya mencionados).
Lo repitió Máximo hace unos días “con el peronismo solo no alcanza”.
Axel Kicillof, también hace tiempo que tiene la misma consigna, “hay que ampliar”.
En CABA suele encabezar Leandro Santoro de la agrupación “Los irrompibles”, un radical.
Y el caso más interesante fue la victoria épica en Rosario de este septiembre ¿Por qué fue épico? Porque el “peronismo” ganó después de 51 años, ¿Encabezaba un cuadro del PJ? No, encabezaba Juan Monteverde, de una agrupación local llamada “Ciudad Futura”, agrupación de izquierda (No trotskista), ¿Qué loco no?, se ve que cuando el peronismo amplía funciona, pero lo más loco es ver la forma de hacer política y de construir que tenía esa agrupación, ahí está la explicación de por qué se gana.
10 – Secreto a voces
Los dirigentes que se pueden hacer a dedo dan muy mal resultado. Los dirigentes salen de la acción, y si no, no son dirigentes. En la conducción el método no puede ser jamás el del mando; debe ser el de la persuasión. No por órdenes; sino por explicaciones. Los partidos políticos triunfan o son destruidos por sus conductores. Cuando un partido político se viene abajo, no es el partido político quien tiene la culpa sino el conductor, el culpable es siempre el conductor. Algún error habrá cometido, o quizás muchos errores. Pero el conductor, cuando sucumbe su causa, también sucumbe él; y generalmente, la fuerza que lo acompaña con él, sistemáticamente.
(Perdón por la trampita, este primer párrafo no es mío, son textuales de “Conducción política” un libro de Perón)
No vale la pena seguir llenando cuartillas, es un secreto a voces (entre la militancia al menos) lo que viene ocurriendo en nuestro distrito.
Si después de 5 elecciones seguimos con la misma base con la que se arrancó, algo anda mal en la construcción.
Hay quienes creen que mostrar gestión o sacarse fotos en lugares de gestión “es construcción de base”.
No voy a desarrollar lo que es una construcción de base para nosotros, pero dejo una pista: Una construcción de base auténtica no se pierde ni se gana por un resultado electoral.
¿Vamos a seguir diciendo que “Villegas es conservador” cuando en los municipios pegados de idéntica composición social ganó Fuerza Patria por 20 puntos de diferencia?
¿Vamos a seguir atribuyendo los resultados locales a contextos nacionales? ¿Acaso los municipios vecinos son de otra Nación?.
Si somos realmente un proyecto colectivo, como dijo Cristina: “baño de humildad” por favor.
Hay un ciclo cerrado. Dar un paso al costado, permitir que surja otro cuadro centro que asuma el rol de representar a todos los integrantes del frente y que demuestre en los hechos que no solo representa a su propia agrupación, que tenga vocación frentista, porque para que no lleguen los violetas hay que ampliar al límite de nuestra comprensión.
Ojalá me equivoque, pero si las críticas que se vienen haciendo son ciertas, este escenario de “dar un paso al costado” no va a ocurrir jamás. Es una lástima porque no nos sobra nadie, y menos cuadros técnicos y políticos muy capaces que podrían asumir otro rol sin problemas.-
11- Unidad o fin del mundo.
Como militante activo de manera ininterrumpida desde 2009/2011 aproximadamente; siempre escuché esta consigna: Unidad o “fin del mundo”.
Cada elección repite el mismo libreto: “hay que priorizar la unidad”, lo que se traduce en: acuerdos injustos, sin proyectos, sin programa, sin democracia interna, la “unidad por la unidad misma”.
Siempre con la misma urgencia: Si no hay unidad es el “fin del mundo”.
Y entiendo que sea cierto en una elección ejecutiva, lo que deberíamos aprender a sacarnos este cassette es para las legislativas al menos.
Pero volviendo: ¿Quiénes son los que “ceden”? Disculpen que no tengo estadísticas, pero en mi apreciación ceden siempre los más conscientes, lo cual es lógico pero absurdo a la vez.
A nivel nacional se inventaron las PASO únicamente para pasar a prohibirlas de hecho inmediatamente, de 7 PASO nacionales, solo se usaron 1 vez (Massa y Grabois recientemente), siempre con fundamentos netamente electoralistas, sin importar los daños colaterales que fueron en aumento; acá nuevamente el oportunismo que cambia cada dos meses de discurso de “que excelente invento” a “que pésimo invento”.
Massa dio una entrevista hace poco, muy buena sobre este tema, que resumo: Si existió un “Massa por afuera” fue porque le prohibían de manera sistemática las PASO, lo mismo con muchos otros referentes nacionales. A nivel local también se vió. Después son los “rupturistas”, los “traidores”, pero mientras tanto le prohibiste la democracia interna sistemáticamente.
A nivel municipal, vemos muy difícil la unidad. Primero porque depende bastante de la interna abierta a nivel nacional (Y esto no contradice lo que dije sobre la autonomía municipal, es que a la inversa sí influye, una interna nacional si complica la unidad local, en cambio una unidad nacional no influye en una interna local).
Y segundo por las razones que ya expuse: hay un ciclo agotado por un lado y por el otro jugadores que son liberales, que “bienvenidos sean” con la siguiente aclaración: Si pretenden venir a conducir todo el frente, no. Para nosotros eso es un límite, no dogmático, sino político. Un limite que se podría superar (en principio) si perdemos una interna legítima, no por imposición.
De lo contrario seria volver a los 90: un “Milei” a la cabeza de nuestra coalición. Para frente liberal ya están los que tenemos enfrente. Si no te dieron lugar, lo lamento.
Acá o hay candidatx de consenso -no liberal-, o vamos derecho a una interna.
12– Conclusiones
Nuestro proyecto de Municipio está acá: enlace 4
Un municipio que se adapte al futuro que se viene, que asuma el rol de estado municipal, acorde a nuestras convicciones. Que busque el desarrollo local con ahorro propio -y no estar esperando eternamente inversiones privadas-, que busque asociarse en la obra pública con municipios vecinos, que salga del molde liberal que nos han impuesto y que se ha naturalizado; que busque generar empleo genuino, entre otras. No somos dogmáticos, estamos dispuestos a realizar los acuerdos programáticos que exija el frente.
Nosotros sabemos muy bien lo que vamos hacer y cómo lo vamos hacer a nivel local. Nuestra línea es la de un Frente Nacional y Social de Liberación, junto al peronismo y junto a todos los otros sectores del “campo popular”.
No somos neutrales en la interna nacional, consideramos que el MDF viene a subsanar errores que nunca se corrigieron.
Hay quienes dicen, que estos deben ser documentos “internos”, ¡Basta ya de esa ilusión por favor!.
¿Se creen que no existieron decenas de planteos internos?, Cada vez que alguien ha planteado algo en esta dirección, se procede a expulsarlo.
El Kirchnerista Villeguense es el único animal que tropieza 5 veces con la misma piedra.
Quizá algunos van por su primer o segunda caída y aún tengan las esperanzas que nosotros también tuvimos varias veces.
Pero lamentablemente estamos desde la hora cero y créanme que no hay otra opción; a nosotros no nos van a correr un milímetro con la cuestión de la “lealtad”.
Quienes nos conocen saben que siempre nos mantuvimos militando dentro del frente, incluso más que algunos con mandato popular, y pese a todo lo ocurrido.
Entonces, ¿Hasta cuándo?, ¿Se piensan que éste es un camino que nosotros elegimos?, Hay caminos en la política que no se eligen, te los imponen.
Hacemos un llamado a todos los espacios que rechazan el modelo inhumano de Milei, no puede instalarse en nuestro distrito dentro de 2 años; armemos de nuevo y conformemos la más amplia mayoría posible.
Hacemos también un llamado a todas y todos los militantes desencantados, independientes, que no están orgánicamente en ninguna agrupación: escriban, contáctense, aclaren si lo desean hasta dónde llega su compromiso (todo esfuerzo, por mínimo que les parezca, vale y es necesario).
Aunque ustedes no lo sepan, son la inmensa mayoría. Ya no tienen que ser más rehenes de una situación que se repite elección tras elección. Vuelvan a entusiasmarse, vuelvan a sumarse, vuelvan a encantarse que estamos listos para armar de nuevo.
Grabois suele decir que el miedo se contagia, pero que el coraje también se contagia; sé que hay mucho cálculo, temor y especulación entre la militancia, ¡basta, no más! Compartan, difundan y convoquen.
Porque la vida pasa… y es mejor avanzar un paso de pulga que caminar eternamente en círculos. HLVS.
General Villegas, 6 de Noviembre de 2025.-
Alejandro Balbi (Sec. Gral. PCV-MDF)