Hace tiempo se viene encuestado el socialismo y el capitalismo en los estados de opinión de los EEUU, comenzando entre el 2015 y 2016, cuando Bernie Sanders, senador del Partido Demócrata que se denominaba abiertamente “socialista democrático”, obtuvo un éxito inesperado en las primarias, logró crear una movilización masiva y vencer en varios estados a Hillary Clinton. Aunque finalmente fue derrotado, según revelaciones de Wikileaks, debido entre otras cosas a las maniobras de la élite del partido, preocupada por una posible victoria del “candidato radicalizado“. A pesar de la derrota, los Socialistas Democráticos de América (DSA) por ejemplo, organización política procedente del viejo Partido Socialista de América, auxiliar del Partido Demócrata, aumentó en solo dos años de 6.000 a 56.000 afiliados.
Repasando los distintos estudios, podemos ver que las encuestadoras arrojaban en el 2016, que a juicio de los norteamericanos menores de 30 años consultados, el socialismo superaba al capitalismo a razón de 43 a 32 por ciento. Cuatro años después, según Gallup, asciende al 51 por ciento (Gallup abarca encuestas desde el 2010 al 2018).
Otro estudio de corte étnico, de GenForward, realizado la Universidad de Chicago, reveló que los blancos eligen mayoritariamente (54%) el sistema económico actual, mientras que los ciudadanos de origen africano, asiático y latino simpatizan predominantemente con el socialismo.
Por su parte la Universidad de Harvard también realizó su encuesta: el 51% de los jóvenes estadounidenses entre 18 y 29 años asegura no respaldar el capitalismo, frente al 42% que lo apoya. Hace unos años estaban equilibrados, pero ahora mismo el discurso capitalista empieza a perder afirman. El apoyo entre la juventud al capitalismo es el menor en más de 80 años.
Y de acuerdo con otra reciente pesquisa de Harris Poll, el 49,6 por ciento de los jóvenes estadounidenses quiere vivir en un estado socialista. El 57 por ciento desea que el gobierno dedique más dinero a la educación. El 73,2 por ciento está a favor de un sistema de salud público. Muchos se manifiestan en contra de las iniciativas de Trump encaminadas a derogar el “Obamacare”.
Otra encuesta realizada por YouGov en septiembre de 2019, el 70 por ciento de los jóvenes denominados “millennials”, personas entre 23 y 38 años, votarían por un socialista. Un tercio ve el comunismo favorablemente en comparación con el capitalismo. “Lo que esta encuesta implica es que los jóvenes en los Estados Unidos creen cada vez más en un futuro socialista para la humanidad y el planeta”, afirmaron en su publicación. Y añaden que la confianza en las instituciones básicas y la mística liberal fundadora de EE.UU. se está desmoronando. La popularidad del comunismo entre los jóvenes crece con rapidez, y su apoyo aumentó en un ocho por ciento en 2019.
Mientras tanto, el 35 por ciento de los jóvenes ve el marxismo de modo favorable. Uno de cada cinco cree que el mundo estaría mejor si se aboliera la propiedad privada.
Cuando se trata de reformas, la universidad totalmente gratuita tiene un 45 por ciento de apoyo, y un 50 por ciento cree que el gobierno debería garantizarles a todos un trabajo.
En la publicación original de dicha encuesta, efectuada por WorkersWorld, se preguntan: ¿Cuáles son las condiciones y experiencias que crearon todos estos “millennials rojos”? En un país en extremo conservador y abanderado del capitalismo, donde desde niños son formados en principios profundamente anti-socialistas, para de inmediato auto-responderse: “Esta es la generación que ocupó Wall Street, que lideró Black Lives Matter, que está en huelga por la justicia climática, que vota por Bernie Sanders y los candidatos más a la izquierda y que continúa luchando contra todos los ataques racistas y fascistas de Trump. Es una generación pro-sindicato, pro immigrante, pro LGBT y pro igualdad de género, así como posicionada contra la guerra y contra el racismo. Esta es también una generación que está subempleada, enfrenta billones de dólares en deudas estudiantiles y no puede pagar sus tarjetas de crédito o facturas médicas. Los hijos de estos jóvenes nacidos hoy, enfrentan una esperanza de vida más baja que sus padres. Esta estadística aplastante es una acusación del sistema criminal capitalista que causó el declive, una acusación al capitalismo en un callejón sin salida”.
Algunos comentaristas también justifican los máximos históricos alcanzados, al fin de la “Guerra Fría” y la inexistencia de la URSS, ya que la propaganda y discurso nacionalista se encuentran ahora con menos “potencia de fuego” debido a ello. Siendo este recurso frecuentemente utilizado por los nacionalistas en aquella época.
Fuente: VS